lunes, 20 de junio de 2011

Grecia: medidas antes de las ayudas

Los mercados sólo tienen una obsesión en las últimas semanas: ¿qué pasa con Grecia? ¿recibirá nuevas ayudas? ¿se verá obligada a suspender pagos? La evolución de las bolsas viene marcada por las noticias que se producen sobre un nuevo rescate o no para Grecia, y estamos más pendientes de las decisiones políticas en este tema, de que aspectos puramente económicos.

También la evolución del movimiento 15M nos recuerda que los problemas de Grecia los va a pagar fundamentalmente el pueblo heleno. Nos hablan de la injusticia de que todas las medidas las termine pagando la clase media. Esta afirmación (como casi todas) tiene parte de razón, pero también parte de error. No me gustaría centrar mi comentario en este debate, sólo recordar que Grecia ha vivido varios años por encima de sus posibilidades (como se ha demostrado al ver la situación a la que se ha llegado), y que también de eso se ha beneficiado el pueblo. El jueves escuchaba que un maestro de primaria griego estos años ha cobrado lo que un teniente coronel en España... :O
También los impuestos se han mantenido muy bajos, de lo que se ha beneficiado todo el mundo, aunque la ortodoxia (macroeconomía de 1º de carrera, en épocas de bonanza hay que subir los impuestos y ahorrar) decía que debió ser lo contrario.

En cuanto a la ayuda, es obvio que Grecia va a necesitar fondos externos para tratar de evitar la suspensión de pagos. Pero también está claro que antes de la ayuda externa, debe de tomar medidas internas. Si no me ayudo yo mismo, no puedo pedir a los demás que tomen medidas por mi. El ejemplo es muy sencillo:
Yo tengo problemas para pagar mi hipoteca, y pido a un familiar / amigo que me deje dinero para pagarlo. Él accede, pero si a partir de ese momento me ve comiendo y cenando en los mejores restaurantes de Burgos, comprando ropa cara y organizando viajes de ocio constantemente, la persona que me respalda me dará un toque de atención. Antes de solicitar ayuda, lo primero debe ser asumir sacrificios por mi parte. Si yo no me sacrifico, no podré pedir a nadie que haga esfuerzos por mi.

Si Grecia no asume compromisos, no elabora un plan fiable de recorte de gastos que le permita ir haciendo frente a su deuda, no puede solicitar ayuda al exterior. En ese momento estamos. La falta de este plan de ahorro fiscal griego implicaría que cualquier medida que se tome, cualquier ayuda que se reciba, no signifique nada más que posponer el problema. Se está "dando una patada al problema", para olvidarse de él hasta que vuelva a caernos encima. Alargando la agonía.

Y algo similar será necesario en España, aunque no estemos en un momento tan dramático como en Grecia. Tomar las medidas estructurales necesarias, comenzando por tener una administración sostenible, no depender de un sólo sector para el crecimiento económico,... Tomemos las medidas antes de que suceda como en Grecia: o hay medidas o no habrá ayudas.

martes, 14 de junio de 2011

Sentimiento muy negativo... ¿compramos ya?

Desde hace varios años, creo que uno de los mejores indicadores para encontrar el momento de entrada en bolsa es el sentimiento de mercado. En concreto, buscar momentos de extremo pesimismo para realizar compras, ya que habitualmente suele estar cerca un giro en los índices. Es lo que se suele llamar en Bolsa el Sentimiento Contrario.

Los diferentes mercados acumulan ya 6 semanas consecutivas de caída, algo que no sucedía desde el año 2.008. Esto ha provocado que en lo que va de año se hayan esfumado las ganancias de todos los índices, excepto el Ibex que aún está en positivo (+2%) y los americanos que también permanecen con ligeras subidas, + 2%, pero que se evaporan si realizamos el cambio de divisa. El dólar está perdiendo en lo que va de año más de un 7%, lo que llevaría a S&P500 en euros a una rentabilidad negativa en 2.011 superior al -5%.

Dos gráficos que resultan muy útiles para comprender el "sentimiento" que hay en el mercado, son los siguientes.
Los momentos en que hay más inversores posicionados bajistas respecto a los alcistas, o que hay menos valores sobre su media de 20 sesiones, como se puede observar en el gráfico, suelen significar que los mercados están cerca de comenzar a recuperar. Es imposible anticipar cuando en concreto se va a producir esa vuelta, cuál va a ser el día exacto en que los mercados comienzan a subir. ¿Marcaron mínimos ayer, o lo harán mañana? No hay forma de saberlo.

Lo que sí que parece claro es que los precios actuales son atractivos, y que es interesante ir tomando posiciones en el mercado. Con tranquilidad, sin prisas, pero es momento de ir haciendo cartera. Los bancos, muy castigados por los problemas de deuda, cotizan a un ratio Precio / Valor en Libros de 0,77 veces, el mínimo histórico si no consideramos 2.009, incluso por debajo de niveles de noviembre de 2.010.



BBVA o Santander, con estas valoraciones y apoyados por un dividendo del 5,5% y del 7% respectivamente, pueden representar una buena oportunidad en la actualidad. Fuera de bancos, Telefónica (9% de dividendo en 2.011, por encima del 10% a partir de 2.012) sería otra de las compañías en las que se podrían ir tomando posiciones.

Por comparar con el mercado norteamericano, se habla mucho de que el principal indicador, el S&P500 puede llegar a 1.230 puntos (significaría un 4% de recorte desde niveles actuales). En ese nivel, y considerando un crecimiento medio de beneficios de las compañías del 15% (en línea con el consenso del mercado), nos encontraríamos con el PER (Precio / Beneficio) del índice estadounidense en 10,5 veces, muy por debajo de su media histórica. Por lo tanto, puede ser una nueva muestra de lo atractivo de los precios actuales de las bolsas.


Todas estas cifras no quieren decir que haya que ir a comprar a la bolsa con mucha prisa, o una recomendación de compra. Todo dependerá de los gustos y necesidades de cada particular. Pero creo que sí es el momento de que quiénes quieran invertir en bolsa, vayan tomando posiciones. Posiblemente estemos ante una buena oportunidad de cara a los próximos meses.

miércoles, 1 de junio de 2011

Adiós bursátil a Iberdrola Renovables

Hace 3 años y medio, el 12 de diciembre de 2.007, hacía su debut en bolsa Iberdrola Renovables. La "joya de la corona" (qué mal suena esta frase referida a la bolsa...) comenzaba su andadura en solitario en el parquet bursátil a 5,30 euros por acción, y con gran potencial alcista según pensábamos todos: crecimiento esperado para el sector de energías renovables, la número uno mundial del sector,...

El pasado lunes, las Juntas de Accionistas de Renovables y de su matriz Iberdrola, acordaban la fusión nuevamente de estas compañías, mediante un canje de acciones por el que se recibirán 0,30275322 acciones de Iberdrola por cada acción de Renovables, junto al reparto de un dividendo extraordinario, en forma de prima de emisión, de 1,20 euros por acción (Ver Nota de Iberdrola Renovables a la CNMV).

Sin entrar en la ética de la operación (vender algo a 5,30 euros y recomprarlo 3 años y medio después por 3...) vamos a tratar de analizar económicamente qué hacer con esta operación:

- Iberdrola ya poseía el 80% de Iberdrola Renovables, el total control de la compañía. Sus accionistas, por lo tanto, ya se beneficiaban o se veían perjudicados por la evolución de las Renovables. Se podría decir que el principal potencial de Iberdrola era su participación en IBR, y era uno de los principales motivos para invertir en la matriz.

- El accionista de Renovables que pasa a serlo de la matriz, mantendrá de esta forma su exposición al sector de energías limpias, pero además incorpora a sus acciones el valor del "recibo". Al potencial de crecimiento de las Renovables, añadirá el ser accionista de una empresa mayor, con más activos e ingresos, y que debe ser una de las protagonistas de los próximos años dentro del panorama eléctrico.

- Además, Iberdrola Renovables al ser una empresa de crecimiento prácticamente no pagaba dividendo (no llegaba al 1%). La matriz paga 0,32 euros por acción cada año, o lo que es lo mismo un 5,4% de rentabilidad por dividendo. Los accionistas de Renovables pasarán a recibirlo, o lo que es lo mismo, en el actual entorno de tipos bajos, pasan a tener un plazo fijo, en cuanto al dividendo, con el potencial de crecimiento de las renovables.

En conclusión, pese al desencanto inicial que pudiera causar esta operación, entiendo que estamos ante una buena opción para los accionistas de Renovables. El dividendo dará tranquilidad a la espera de que las energías renovables vean recompensado en bolsa todo el crecimiento esperado, y que medidas como las anunciadas por Angela Merkel de suprimir las centrales nucleares en 2.022 (ver enlace a la noticia), deberían facilitar.

Como nota informativa, el 12 de diciembre de 2.007, cuando IBR salía a bolsa a 5,30 euros por acción, IBE cotizaba a 10,90 euros. Hoy cotiza IBR a 3,07 (-42%) e IBE a 6,15 (-44%) habiendo repartido entre medias 1,07 euros de dividendo Iberdrola, un 9,88% del valor de inicio; e Iberdrola Renovables sólo ha repartido 0,05 euros de dividendo, un 0,94%...

Para mantener el valor de la inversión, puede ser recomendable reinvertir la prima de emisión que se recibirá por parte de Iberdrola
Renovables, 1,20 euros por acción, en acciones de Iberdrola. El tratamiento fiscal de la prima de emisión es "menor importe de la compra", no tributa como los dividendos, por lo que la recompra en Iberdrola de esa prima no variaría nuestro valor de compra fiscal, no nos implicaría invertir más dinero en la compañía, y permitiría mantener nuestra inversión.